La confianza en uno mismo es clave para lograr el éxito, la felicidad y disfrutar la vida. Pero es mucho más fácil decirlo, que tenerla. Cuando nos enfrentamos a situaciones de presión, en las que estamos expuestos al juicio de otros, es posible que perdamos la confianza y los nervios nos invadan.
Es sencillo mantenerse confiado cuando todo sale bien, pero si fracasamos o las cosas no nos salen como esperamos, es lógico que nos baje el autoestima.
De allí a desarrollar una inseguridad permanente hay un solo paso. Para evitar caer en una espiral de inseguridades, toma en cuenta estos tips para levantarte el ánimo.
1. Elabora una lista de cosas buenas
Por más que lo intentes, siempre habrá situaciones que se escapan de tu control. Entiéndelo y asúmelo. Si bien no puedes tener la decisión sobre los fracasos, sí puedes decidir cuánto te afectará.
Una buena manera de prepararte es elaborar una lista de cosas buenas que te ocurren en la vida en este momento.
Algunos la llaman egoteca, por aquello de resultar agradable al ego ver imágenes, frase, reconocimientos y videos de tus mejores momentos.
Cada triunfo, por pequeño que sea, cuenta. De esta manera, cuando te sientas fracasado, tendrás un buen recordatorio de las cosas que has logrado, las que te están saliendo bien y de las que debes sentirte orgulloso.
Te da una perspectiva sobre el fracaso y te ayuda a recordar que, como todo en la vida, es solo algo temporal.
Además, puede ser una actividad divertida. La lista puede ser tan simple o elaborada como quieras, lo importante es que la mantengas cerca de ti para poder recurrir a ella en los momentos que te invaden las dudas.
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2. Deja que los demás hablen
Enfócate en ti, ante todo. Si vives pendiente de cada comentario que hacen otras personas sobre ti, y si además asumes que todo lo que dicen está en tu contra, pasarás tu vida poniendo atención a lo negativo y aumentará tu desconfianza.
Muchas veces, puede que tu propia inseguridad te haga imaginar que los demás opinan negativamente de ti, cuando quizás ni siquiera estén pensando en criticarte.
Y en el caso de quienes sí te critican, recuerda que en muchos casos esos reproches provienen de una admiración malsana que se convierte en envidia.
Es mucho más sencillo para el envidioso centrarse en lo que el otro tiene y ellos aún no han conseguido.
En todo caso, lo mejor es que no mires a los lados y te concentres en tus metas, tu trabajo y tus logros. Lo que los demás opinen, especialmente si es destructivo, está de más y no aporta a tu crecimiento personal. Debes enfocarte en tus buenas energías y esfuerzo.
3. No revivas las malas experiencias
Debes aprender a concentrarte en lo positivo y dejar atrás los momentos de fracaso o errores. Cuando falles, toma nota de tus errores, acepta la lección y sigue adelante.
Puedes caerte muchas veces, pero es tu obligación levantarte. Es normal que experimentes duelo cuando tengas una mala experiencia, pero es más importante superarla y no permitir que te frene logros a futuro.
Si te quedas anclado en una situación que te hiere o te perturba, tu autoestima se irá a pique. Recuerda que tu mente te lleva donde tú se lo permitas.
Concéntrate en lo positivo y mantén un diálogo interior claro y efectivo para obtener mejores resultados en tu vida.
4. Ayuda a otros
Cuando te sientes deprimido, debes aprender a agradecer aquello que tienes. Una de las mejores maneras de lograrlo es ofreciendo apoyo a quienes lo necesitan.
Al ayudar a otros no solo obtienes un sentimiento de satisfacción, sino que puedes ver tus problemas con una nueva perspectiva. A veces sentimos que el mundo se nos acaba, y en la preocupación no nos damos cuenta que las demás personas también enfrentan problemas y, ayudándolas a ellas, puedes pensar maneras de resolver los tuyos.
Descubrirás que existen personas que poseen muy poco en sus vidas y aun así aprenden a vivir para superarse, más allá de las quejas y lamentos.
Ayudar a otros, siendo parte de la solución y no del problema, te ayudará a redescubrir lo afortunado que eres en la vida.
Cada don que posees, cada meta alcanzada, cada propósito, se logra ver con más claridad cuando ayudas a quienes poseen menos que tú y lo ves con una nueva perspectiva.
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5. Saca de tu vida a las personas tóxicas
Si te rodeas de personas que actúan negativamente y cada vez que hablan descalifican, minimizan y ofenden a otros, en poco tiempo te verás inmerso en un círculo social repleto de personas tóxicas que no aprecian virtudes ajenas.
Estos círculos sociales no impulsan ni apoyan los logros en los demás. Al contrario, rechazan y descalifican a quienes avanzan.
Aléjate de esa clase de personas, porque la negatividad es contagiosa. Si no le colocas un freno a tiempo a esa negatividad, puede que terminen por atacarte a ti o, peor, puedes convertirte en una persona tóxica como ellos.
Lo mejor es rodearte de un grupo positivo, que te impulse a ser mejor, que aplauda tus logros y te motive a mejorar cada día. Como la negatividad, la actitud positiva también es contagiosa y es mucho más saludable para ti y tu motivación.
A pesar de cualquier circunstancia adversa que la vida te presente, siempre cuentas con opciones para superarte y dejar de lado las inseguridades. De ti depende vivir con optimismo o dejarte derrotar por pequeños tropiezos.
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