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Cómo superar los celos: 7 consejos

 

Si has sido una persona celosa toda tu vida, sabes mejor que nadie lo tóxico que pueden ser los celos para una relación. Quizá algunas de tus relaciones anteriores terminaron justamente porque no supiste mantener a raya este sentimiento.

Dicen que el amor es ciego, pero mucho más ciegos son los celos, puesto que, aunque tengamos evidencia clara de que nuestra pareja nos ama y nos es leal, los celos pueden seguir abriendo paso, llevándose toda nuestra confianza, así como la paz mental de nuestra pareja.

Algunas personas consideran que cierto grado moderado de celos es normal.

Pero es importante que aprendamos a distinguir entre un sentido romántico de territorialidad mutua, y una dinámica en la cual uno o ambos miembros de la pareja están coartando constantemente la libertad del otro, cuestionando sus actos, sus amistades y hasta sus pensamientos.

Cientos de personas celosas pierden a sus parejas día tras día por no poder controlar los celos, y cientos de personas que verdaderamente aman a sus parejas y son fieles deben alejarse de ellas, pues no pueden lidiar con sus actitudes celópatas.

El problema con las personas que son muy celosas, es que frecuentemente pierden la dimensión entre lo que son actitudes posesivas (que de por sí están mal), y actitudes que rayan en el secuestro emocional.

Muchos hombres ya consideran como algo perfectamente normal pedirle a sus parejas que se cubran todo lo posible al salir a la calle, prohibirles hablar con otros hombres, o incluso ordenarles que se sienten viendo hacia la pared en un restaurante para que no puedan ver ni ser vistas por alguien más.

Encontrarse en una dinámica así, de ningún modo puede ser saludable, ya que la persona celosa está todo el día gastando gran parte de sus energías tratando de controlar a la otra.

A su vez, la persona celada pierde gran parte de la libertad y la autonomía que necesita para desarrollarse como un ser humano feliz e independiente.

Las relaciones determinadas por los celos tienden a comenzar con un engañoso exceso de preocupación y atenciones por parte de uno de los integrantes, mismo que el otro incluso llegar a considerar halagador.

De hecho, así empieza la historia de muchas mujeres que al principio se sentían agradadas por el exceso de preocupación y los celos de su pareja, y terminaron viviendo un infierno en el que no podía ni siquiera hablar con el vecino sin riesgo de ver a sus esposos entrar en cólera.

¿Qué significan los celos en una relación?

En el fondo de los celos vive el miedo a la pérdida. Muchos individuos celosos en realidad tienen miedo de perder a su pareja y a todo lo que esta representa.

Cuando hemos puesto mucha de nuestra autoestima y de nuestra valía personal en alguien más, porque somos incapaces de ponerla en nosotros mismos, la idea de perderlo o compartirlo con otro pareciera impensable.

Este miedo a la pérdida desemboca en un gran nivel de inseguridad y miedo, que a su vez se traduce a «nivel actitudinal en celos».

Otra de las particularidades de los celos es que tienen una propensión natural a ir en escalada en lugar de disminuir.

Una persona celosa no va a dejar de serlo cuando establezca una relación seria con su pareja e incluso contraiga matrimonio con ella, porque realmente siempre aparecerá alguna nueva duda, un potencial rival, o algún pensamiento paranoico.

Por eso el celoso tiende a ir cada vez más lejos con sus actitudes posesivas.

Revisar las cosas personales de nuestra pareja, seguirla, prohibirle cosas y acusarla de infidelidades sin sustento, es algo que va mermando gradualmente la individualidad del otro y la felicidad de la pareja.

Algunas personas se dan cuenta de que su pareja es celópata y se retiran a tiempo, otras simplemente dejan que el problema vaya escalando y tratan de darle gusto a sus parejas dejando de hacer las cosas que le molestan.

Sobra decir que esto es sumamente perjudicial y solo desemboca en dinámicas inestables y peligrosas.

Una de las cuestiones más difíciles con los celos, es la objetividad. Así como hay personas muy celosas en todos lados, también hay personas infieles por todos lados. Así que ¿cómo saber cuándo nuestros celos son justificados? ¿cuándo son producto de nuestra paranoia y de nuestra inseguridad?

Perderse en esta delgada línea es muy sencillo y le puede pasar a cualquier persona.

Sin embargo, uno de los atributos de una relación saludable es justamente el pilar de la confianza, que nos permite no dejarnos llevar por sospechas infundadas. Si esta confianza no existe, es porque hay algo mal en la relación que debemos trabajar con nuestra pareja.

Dejar de sentir celos es muy difícil. Se convierten en una especie de vicio. Pero con algo de voluntad es posible.

Revisa y sigue estos 7 consejos que te ayudarán a manejar los celos y, de paso, volverte una persona más feliz y relajada.

Lee nuestra guía sobre cómo superar las inseguridades: El camino hacia la libertad

1.- Confía en tu pareja

Sí, sabemos que pueda sonar trillado y que justamente eso es lo que no puedes hacer.

Pero si lo piensas de una forma más objetiva, tienes dos opciones: o encierras a tu pareja en un sótano monitoreado por cámaras de seguridad (cosa que te haría un psicópata), o confías en ella ¿qué prefieres?

Efectivamente, casi siempre va a existir la posibilidad de que nuestra pareja nos mienta o haga cosas a nuestras espaldas (es algo que no podemos controlar).

Pero aprender a vivir con ese nivel de incertidumbre es la única solución saludable, no tratar de disminuir esta incertidumbre hasta que no quede nada de ella.

Parte de lo que determina las relaciones en pareja es el nivel de confianza, de otra manera, la relación no es equitativa, y si dos personas no confían la una en la otra, no deberían estar juntas.

Quizás sigas desconfiando de tu pareja por bastante tiempo, pero debes encontrar la forma de actuar como si confiaras en ella.

Y no nos referimos a que tu pareja piense que confías mientras tú estás buscando en secreto la manera de monitorearla, sino a que realmente dejes de hacerlo.

Cuando sientas la tentación de incurrir en algún acto celoso, como seguir a tu pareja, revisar su celular, o su estado de cuenta, trata de distraerte inmediatamente con otra cosa o busca ayuda de un amigo o un familiar.

2.- Deja de compararte con otras personas

Y sobre todo, evita compararte con las ex parejas de tu actual pareja. No vas a sacar absolutamente nada provechoso de ello.

Puedes estar segura o seguro de que esas personas fueron mejores que tú en algunos aspectos y de que tú eres mejor que ellos en otros ¿qué más necesita saber?

No puedes cambiar el pasado, y debes entender que, si después de sus vivencias tu pareja decidió estar contigo, es por una razón.

Los fantasmas de las ex parejas no pueden dañar tu relación actual, y por mucho que presiones para que te dé detalles de cómo eran esas relaciones, no vas a cambiar el pasado.

Debes comprender que a nuestro alrededor siempre habrá personas más atractivas, adineradas, inteligentes, graciosas, etcétera, pero recuerda que el amor rara vez tiene que ver con las cualidades que estás poniendo en duda o en las cuales te estás comparando.

El verdadero amor no se construye a partir de la imagen o el dinero de la otra persona, sino de la convivencia, la confianza, y la intimidad.

Así como tú puedes voltear a ver a otra persona para deleitarte la pupila sin que esto signifique que dejas de amar a tu pareja, tu pareja tiene derecho de admitir las cualidades de los demás sin que tú entres en cólera.

3.- Prepárate para lo peor

Muchas personas llegan a niveles impresionantes de celopatía porque no están dispuestos a admitir la posibilidad de perder a sus parejas. Paradójicamente, es este miedo irracional de perder a alguien lo que frecuentemente las lleva a perderlo.

No hay absolutamente nada que puedas hacer para retener a la fuerza a una persona, al menos nada que sea legal o saludable. La única manera de dejar que ese miedo deje de controlar tus acciones es enfrentarte a él.

Para poder enfrentarnos al miedo de perder a alguien, no necesitamos dejar de amarlo, necesitamos dejar de depender desesperadamente de él o ella.

Si dependemos de nuestra pareja para sentirnos bien con nosotros mismos o encontrar nuestra valía, perderla no solo será perder una relación, sino una parte indispensable de nosotros mismos.

Por eso, debes comenzar a construir tu seguridad y tu autoestima desde ti mismo y no desde un tercero. De nuevo, esto no significa que dejes de amar, solo que dejes de depender.

4.- No intentes contrarrestar tus celos provocándole celos a tu pareja

Si existe una manera de que una relación marcada por los celos de uno de los integrantes vaya aún peor, es que este decida, además, provocar celos a su pareja. Sin embargo, esto es bastante frecuente.

Como los celos son una sensación desagradable que se vincula con el resentimiento y el enojo, no es raro que las personas decidan vengarse haciendo que la otra piense que hay un tercero en discordia.

Algunos incluso llegan al grado de efectivamente coquetear o tener intimidad con alguien más, ni siquiera porque la persona les guste, sino como un simple acto de venganza que la mayoría de las veces, además, ni siquiera tiene fundamento.

Incluso si tienes pruebas de que tu pareja te ha sido infiel, esto no significa que tú también tengas que serlo ni que tengas permiso para ser desleal.

El hecho de que alguien más cometa un error, no te brinda impunidad a ti para cometer el mismo error, y la filosofía del «ojo por ojo y el diente por diente» que nunca ha llevado la felicidad a nadie.

5.- Deja de confundir la paranoia con la realidad

 

Los celos, como muchos problemas psicológicos, desde la hipocondría hasta la paranoia, son alimentados por el uso destructivo de la imaginación.

La imaginación es grandiosa si la utilizas para tu beneficio, no para confundir a tu mente todo el tiempo y creer cosas que no son reales.

La imaginación y el miedo son malos aliados, ya que provocan que generes ideas fatalistas en cualquier hueco de incertidumbre.

Un ejemplo: quizá tu pareja llega tarde a casa un viernes de paga. Aunque la explicación más lógica y evidente es que había mucho tránsito, una persona celosa puede llegar a convencerse de que media hora de retraso equivale a que su pareja estuvo viendo a alguien más.

Cuando esto ocurre y dejamos que nuestra imaginación nos convenza sin tener ninguna prueba real, no solamente aparecen todos los sentimientos de enojo relacionados con la infidelidad hipotética que nos estamos planteando.

Sino que también aparece un enorme sentimiento de frustración revanchista al no poder comprobarle nada a la otra persona.

Este sentimiento con facilidad desemboca en agresividad soterrada o juegos pasivos agresivos.

6.- Recuerda que tu pareja es un ser humano, no un objeto

Aunque para muchas parejas ya es algo normal, prohibirle al otro hacer cosas o tratar de hacerle sentir mal cuando las hace, está completamente fuera de los límites de una relación saludable.

La individualidad humana es sagrada, y es esta misma individualidad la que a la larga nos permite generar relaciones de amistad y en pareja que sean nutritivas y significativas.

Si tratas de poner barreras o cadenas alrededor de los gustos y actividades de tu pareja, puedes lograr solo una de dos cosas: que esta lo permita y se convierte en un ser humano incompleto o que, por mucho que te ame, elija su salud mental por sobre la relación contigo.

Poseer completamente a una persona no nos traerá la felicidad, y mucho menos a la otra parte. Además, el amor tiene que ver con que alguien esté con nosotros porque es libre de hacerlo, no porque lo estamos obligando.

Lee también nuestra guía sobre las 40 simples preguntas para hacerle a tu pareja para estar más unidos

7.- Usa tu imaginación para sentirte mejor, no peor

Intenta este ejercicio:

Cierra tus ojos y tómate un par de minutos para relajarte. Ahora, piensa en el tipo de escenario que más celos te provoca. Quizá te estás imaginando que tu pareja está en un restaurante con alguien más, bromeando y riéndose de ti.

Ahora, respira profundamente y concéntrate en relajar secuencialmente las diferentes partes de tu cuerpo por turnos. Solo imagina verte a ti mismo calmado, relajado, e incluso desinteresado ante una situación de este tipo.

Por contra intuitivo que pueda parecernos, lo que estamos haciendo es entrenar a nuestro cuerpo para que no reaccioné de manera violenta a nivel emocional cuando aparece este panorama en nuestra cabeza.

Dado que estas imágenes tienden a existir solamente en nuestra imaginación, lo que debemos hacer es entrenar a nuestro sistema corporal para que no reaccioné ante ellas y las siga fomentando en un círculo de nunca acabar.

 

Recuerda que, aunque los celos afectan a tu pareja y a la relación, a quién más dañan y la calidad de vida que más merman es la tuya.

Toda esa energía que ocupas sintiéndote celoso y tratando de auditar a tu pareja en cada aspecto, podrías estarla utilizando en hacer cosas grandiosas para ti mismo.

La mejor manera de conseguir el amor de alguien más, es amarnos primero a nosotros mismos.

 

¡Comparte este artículo con todas las personas celosas que conozcas! 🙂

Ver También:

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Written by Assul García

Psicóloga graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se ha especializado en la divulgación en línea de temas de salud y problemas psicológicos. Linkedin

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