Microexpresiones: guía para leerlas - ciencia de las personas

El rostro puede decir más que mil palabras. La cara de una persona expresa sus angustias, alegrías, miedos e incomodidades, aún sin que emita ni una sola palabra.

Poder comprender las microexpresiones del rostro de una persona equivale a poseer un poder especial, que te permite saber cuándo está de acuerdo con lo que le dices o cuándo te miente.

Las microexpresiones se entienden como cualquier movimiento efectuado de manera inconsciente o involuntaria en el rostro de una persona, a través del cual comunica algo en especial (desagrado, confusión, frustración, incomprensión, asco, pasión, furia).

Como se trata de movimientos faciales muy breves, es difícil que la persona los simule o, lo que es igual, que los cree intencionalmente. Por lo que se considera a estas expresiones como la manera más confiable de descubrir la verdad en una persona.

Paul Ekman, es un psicólogo al que se le debe el estudio del lenguaje no verbal y en especial sobre las microexpresiones.

Además las expresiones faciales son universales, así que aplican para todos por igual sin importar sus creencias o costumbres.

Son involuntarias y espontáneas

Como se trata de expresiones efectuadas inconscientemente, la persona las realiza sin estar al tanto de que los demás la percibieron e interpretaron, y por ende las asociaron con actitudes en torno a una situación en progreso.

Por ejemplo: Lucía tiene mucho miedo de ser interrogada por su profesor, ya que no estudió suficiente. Por más que intenta serenarse, su tez está pálida y sus labios tiemblan apenas el profesor le saluda, y su mirada se torna desorbitada a la espera de las preguntas del examen.

Otro ejemplo es que podemos interpretar si una persona comprendió lo que se le está diciendo a través de una lectura rápida a los movimientos que efectúa con sus cejas y su ceño, y la forma en que abre los ojos.

Si no comprendió el mensaje, sus cejas se juntarán un poco más de lo normal. En cambio, si comprendió, es más probable que abra sus ojos un poco más y esto eleve sus cejas. Si prestas atención, es muy seguro que asiente con la cabeza, todo al mismo tiempo.

Las microexpresiones son importantes, porque el rostro es lo más visible y expuesto del cuerpo humano ante la vista de otros.

Si conoces las señales básicas de los diferentes movimientos faciales , podrás detectar a un mentiroso o determinar si quienes te rodean son realmente confiables, optimistas, seguros de sí mismos, si están incómodos, confundidos o molestos.

También te servirá para autocontrolar tus expresiones en una comunicación con otros.

Todo inicia prestando atención al rostro

Comprender el comportamiento no verbal empieza con el rostro. La cara tiene 43 músculos, por lo que son muchos los movimientos que pueden surgir a partir de un pensamiento o una situación que afecta positiva o negativamente a la persona.

Puedes hacer la prueba y hacer reír a una persona, ver cómo al parpadear abre y cierra la boca y estira su piel. También puedes asustarla y observar cómo se le desorbitan los ojos y palidece.

Es posible que en este instante pienses que aprender a leer un rostro es una tarea muy compleja, y que solo algunas personas consiguen instruirse en el arte de las microexpresiones.

Pero, aunque no lo creas, cualquier persona puede aprender a leer un rostro.

Basta con prestar atención a los pequeños detalles y empezar a analizar a las personas más próximas a tu entorno, ya que con ellas te será más simple cerciorarte de que lo que has analizado va de la mano con la personalidad de tus allegados y sus pensamientos reales.

¿Quieres aprender más sobre microexpresiones? ¿Te gustaría convertirte en un detector de mentiras con tan solo ver el rostro de las personas?

Entonces no dejes de leer el contenido de este artículo, ya que te presentaremos una guía práctica para entenderlas y usarlas a tu favor.

Te dejo a continuación las microexpresiones básicas, las más utilizadas por el hombre en su proceso comunicativo no verbal. ¡De seguro disfrutarás esta información!

1. Alegría

La persona mostrará una elevación en las mejillas. Se produce un breve movimiento en los labios que los hace arquearse, se muestran arrugas debajo de los parpados y arrugas en la nariz, labios y zona externa a los ojos.

2. Asco

Elevación no simétrica de los labios, arrugas en el área de los labios, en la frente y párpados.

3. Ira

Las cejas se contraen, se frunce el ceño, los párpados inferiores quedan tensos, la mirada fija, labios tensos y en su defecto dispuestos para gritar, se produce enrojecimiento facial.

4. Miedo

Se elevan y contraen las cejas, elevación en los párpados, los pómulos se caen, la boca se entreabre, los ojos se desorbitan. Se genera palidez.

5. Sorpresa

Elevación de las cejas, los párpados se abren y elevan, en algunas ocasiones la boca también se abre, generando un descenso de la mandíbula.

6. Tristeza

La mirada va al suelo, las cejas forman un triángulo, la comisura del labio se cae, puede haber un ligero temblor en los labios.

Cómo pudiste notar, estar estrenado en el arte de la detección de mentiras no es tan complejo, solo se amerita práctica constante.

Algunas personas logran manipular a otras controlando sus microexpresiones, cuando toman en cuenta otros rasgos más detallados como el color de la piel (enrojecimiento o palidez) y hasta la dilatación de la pupila.

Incluso, el movimiento de la vista a la derecha, izquierda, arriba o abajo, son factores determinantes para descubrir cualquier posible mentira.

Solo en casos muy extremos, como por ejemplo los espías que son entrenados por años para poder engañar y convencer a otros de sus argumentos, logran controlar estas expresiones que pasan como imperceptibles para la mayoría de personas.

Es entonces cuando se requiere de equipos más específicos para poder constatar la veracidad de cada palabra.

De resto, es poco probable que una persona común amerite llevar al extremo el trato con alguien para poder confirmar su honestidad en una comunicación.