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Cómo tratar a tu ex: la guía definitiva

 

Sabemos que la parte más difícil de una ruptura emocional es el dolor de que la relación haya terminado y ese insufrible intercambio de amenidades a devolver como la novela que te prestó o el cepillo de dientes que dejaste en su departamento.

Sin embargo, aparte de lo frustrante que pueden ser estos episodios obligados en los que tienes que reencontrarte con tu ex para regresarle su edición especial de Star Wars y recuperar tu sudadera favorita.

Está el molesto sentimiento de no tener idea de cómo tratar ahora a esa persona que hasta hace tan poco tiempo significó tanto (y probablemente lo sigue siendo) para nosotros.

No queremos demostrar demasiado interés porque es muy probable que estamos heridos o enojados, o que verdaderamente no queramos retomar la relación.

Pero tampoco queremos ser groseros o fríos puesto que parecería que todo el tiempo de relación no significó nada.

Así mismo, cuando un ex es demasiado cariñoso nos confunde con respecto a sus intenciones. Y si es demasiado frío nos puede llegar a herir porque, seamos francos, aún existe cierto tipo de aprecio.

Además, por mucho que estemos conscientes de que la relación terminó, es muy probable que nos moleste ver cómo nuestra ex pareja está comenzando a retomar su vida y quizá otras relaciones.

Porque así como tú no vas a encerrarte en un monasterio ni a hacer un voto de castidad, la otra parte tampoco, y tal vez debas enfrentarte a situaciones que pueden ser muy incómodas en un futuro.

En caso de que por una u otra razón tengas que seguir tratando y frecuentando a tu ex después de una relación, es probable que debas lidiar con un montón de dudas y sentimientos encontrados.

Por un lado, ese al parecer inexistente equilibrio entre cordialidad y desinterés que en teoría debemos proyectar a nuestras ex parejas. Por otro lado, romperte la cabeza tratando de interpretar qué significan las actitudes de la otra persona, que no siempre están muy claras.

Y finalmente, manejar el enojo o la ansiedad que puede provocarte verlo retomar su vida amorosa con alguien más.

Pero esto no significa que todo esté perdido. Con cierto nivel de madurez, honestidad y buena voluntad de parte de ambos, dos personas que en algún momento fueron pareja se pueden convertir en los mejores amigos.

De hecho, muchas personas terminan por admitir que funcionan mucho mejor como amigos que como pareja. Y aunque esto no es tan frecuente, sí puedes asegurarte de que al menos tu relación con tu ex novio o tu ex novia no sea una absoluta pesadilla.

Lo que la relación con tus ex parejas dice de ti

Las personas muchas veces se sorprenden cuando les cuento que soy gran amiga de la mayoría de mis ex.

De hecho, suelo interactuar y salir con muchos de ellos de manera regular. Con demasiada frecuencia, tendemos a asumir que terminar una relación romántica con alguien significa que ya nunca podremos volver a ver a esa persona.

Es entendible, de verdad. Las rupturas literalmente duelen. Investigadores de la universidad de Michigan encontraron que las rupturas activan las mismas partes del cerebro que sienten dolor físico.

Sin importar las circunstancias en las cuales termine la relación, sigue siendo una experiencia dolorosa y las  asociaciones que tenías con esa persona, ahora están intercaladas con el sentimiento de dolor.

Lee nuestro artículo sobre los TOP 16 Tips Para Hacer Que Tu Ex Te Extrañe

No es ninguna sorpresa, entonces, que después de eso no quieras tener ningún contacto en un intento de no revivir ese dolor de nuevo.

Pero antes de que conviertas a esa persona en el enemigo público número uno, rompas las fotos o hagas como que nunca existió en tu vida, debes recordar que el dolor no tiene por qué durar para siempre.

Asimismo, existió en su momento una buena razón por la cual tu ex y tú estuvieron juntos. Y de esa razón por lo general siempre pueden derivarse buenos recuerdos, aunque la relación haya terminado.

También, a menos que tengan vidas demasiado diferentes o que alguno de los dos se haya mudado a otro país, existen grandes posibilidades de que te encuentres a tu ex de vez en cuando.

Incluso, si existe un trabajo en común o hijos de por medio, que debas seguirlo viendo de forma más o menos regular.

Y estoy segura de que no quieres que esas ocasiones se vuelvan emocionalmente inmanejables o motivo de angustia ¿verdad? Así que es necesario fajarnos bien los pantalones y lidiar con la situación como adultos.

Esto tampoco quiere decir que tenga que ser, al menos al principio, una experiencia incómoda y rara. De hecho, está comprobado que mientras mejor puedas manejar una ruptura con una ex pareja, mejores tenderán a ser tus relaciones futuras.

Después de todo, tus relaciones pasadas y la forma en que manejaste los momentos difíciles, van a decirle mucho a tus futuras parejas sobre el tipo de persona que en realidad eres.

Toma en cuenta que el común denominador más grande de todas tus relaciones, eres tú mismo.

Alguien que dice que no tiene más que “psicóticas locas” en su historial, probablemente no está viendo el problema desde el ángulo correcto, y le estará mandando el mensaje a una futura hipotética relación de que su corazón está profundamente roto o él es muy malo con las relaciones.

Alguien que se deja romper el corazón una y otra vez por “arpías desalmadas”, probablemente necesitaría revisar por qué está cometiendo los mismos errores una y otra vez, y si no es él mismo quien está exigiendo demasiado.

En la otra cara de la moneda, alguien que mantiene relaciones cordiales, sino es que amistosas, con todas su ex parejas, generalmente es alguien que puede manejar de forma asertiva los momentos de complejidad emocional de una ruptura.

Y que es consciente de sus errores y de la valía de las demás personas independientemente de sus expectativas irreales.  Además demuestra ser una persona menos rencorosa y propensa a perdonar y a soltar.

Ahora, para ser justos, hay que admitir que siempre aparecerán una o dos rupturas que sean demasiado dolorosas como para aspirar a una amistad posterior, o que incluso hagan intolerable cualquier tipo de contacto.

Nadie dice que estés obligado a ser cercano de por vida de una ex pareja, y si no te es funcional a nivel emocional o esa persona te demostró que no vale la pena, entonces es lo más sano que lo dejes ir.

Pero si más bien no puedes dejar ir la tristeza o el rencor, aunque admites que la otra persona bien vale la pena en tu vida, aunque ya no como pareja, puedes comenzar a considerar la posibilidad de reconstruir una buena relación de amistad sin tanto dramatismo.

Comprendiendo la opción “nuclear”

Uno de los aspectos más importantes y malinterpretados de la recuperación tras una ruptura es la “opción nuclear”, que significa: cortar absolutamente todos los lazos y vías de contacto con tu ex.

El objetivo de esta estrategia no es hacer como que no pasó nada, y definitivamente no se trata de cerrar los ojos, meterse los dedos en las orejas y cantar bien fuerte para no poder escuchar ni pensar en el otro.

Estas acciones se tratan de tomar una distancia saludable para darle tiempo y espacio a nuestro corazón de sanar. Dejar ir la tristeza y el enojo y convertirnos de nuevo en personas listas para amar y ser amadas.

Una relación que termina va a doler siempre, y es mejor idea tratar de lidiar con el dolor y superarlo, que hacer como que no está sucediendo nada.

De hecho, si nos aferramos al sufrimiento, o tratamos de ignorar el impacto emocional que la ruptura tuvo en nosotros, lo más probable es que terminemos obteniendo muy malos resultados a mediano plazo.

El dolor y el enojo encontrarán alguna manera de salir. Incluso puedes llegar a somatizarlos por medio de padecimientos y enfermedades.

Y no hablemos de lo que sucedería si te encuentras con tu ex de casualidad. No estarás ni medianamente en condiciones de lidiar con esa situación.

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Otra mala opción es jugar a ser más maduros de lo que realmente somos y querer ser grandes amigos de nuestros ex inmediatamente después de una ruptura.

El espacio y el tiempo siempre son necesarios para que ambas personas puedan volver a frecuentarse sin intensos sentimientos de por medio, ya sea de frustración o tristeza, y estén en posibilidad de seguir formando parte de la vida de la otra.

Por que perdonar de manera completa, y perdonarnos a nosotros mismos, es imprescindible para que esto pueda lograrse.

Incluso si genuinamente deseas mantener la amistad luego de que el noviazgo termine, vas a necesitar un extenso periodo lejos ¿Qué tan extenso? Depende de qué tanto haya durado la relación.

Los expertos dicen que el duelo dura dos meses por cada año que pasaste con esa persona. Basta con hacer cuentas.

Tan importante como resulta la distancia para el proceso de sanación emocional, lo es para tener la posibilidad de recuperar la amistad en algún punto. O al menos una relación cordial.

Tomar algo de tiempo alejados te permite que la relación haga el cambio a lo que será en el futuro y que no se quede estancada en lo que fue en el pasado. Es algo así como resetear la relación.

Comprender y dejar ir

Ser capaz de tener cualquier tipo de relación no hostil con tu ex, significa que tuviste que procesar las razones de la ruptura y tomar responsabilidad por las que te correspondían a ti. Únicamente así podemos eliminar rencores.

Básicamente, es pasar de un “terminamos por que la otra persona es (inserte aquí una kilométrica lista de defectos), a terminamos porque ambos cometimos errores y nuestras personalidades no eran muy compatibles, pero es una persona que aprecio y con la cual aprendí cosas valiosas”.

Terminar herido después de una ruptura no necesariamente significa que uno estuvo bien, y el otro mal.

De hecho, las cosas nunca son blancas o negras, hay cientos de escalas de grises, y aceptarlo es mucho más redituable para madurar que seguir empeñándonos en el rencor o la culpa. Lo que pasó, pasó, y ya no puedes hacer nada al respecto.

Sobre lo que sí tienes control, es sobre lo que sucederá más adelante y en cómo vas a manejar las cosas. Mientras más rápido lo comprendas, más rápido podrás dejar ir todos esos sentimientos nocivos.

Por muy enojado o lastimado que estés, tal vez incluso ofendido, seamos francos ¿de qué te está sirviendo aferrarte a ese tipo de sentimientos? ¿Te hacen una mejor persona? ¿Le dan algún tipo de valor añadido a tu vida? La respuesta, una y mil veces, es no.

Muchas veces, nos tomamos el rencor a título personal, y en lugar de comprender que es una herramienta de defensa transitoria, nos aferramos a él e interpretamos cualquier intento de dejarlo ir como una traición hacia nosotros mismos.

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Perdonar a alguien más jamás será un acto de traición hacia uno mismo, es, más bien, uno de los actos de bondad más inmensos que demos regalarnos.

Lo sentimientos negativos tienen una función en nuestra vida, como todo. Pero no dejarlos ir equivale a ir cargando un lastre que cada vez se vuelve más pesado y nos succiona la energía y las ganas de vivir.

Ser capaces de dejar el pasado en el pasado, olvidar lo que podemos olvidar, y perdonar honestamente lo que no podemos olvidar, es pieza clave no solamente para mantener buenas relaciones con nuestras ex parejas, sino para mantener buenas relaciones con nosotros mismos.

Admite que es raro

A menos que estuvieran sosteniendo una relación a distancia o que alguno de los dos se haya ido del país, en algún momento (seguramente antes de que te sientas listo), vas a toparte con tu ex, y a menos que quieras hacer un gran ridículo, vas a tener que aceptarlo y actuar como un adulto.

Y con “actuar como adulto” me refiero a verdaderamente actuar desde la madurez .No fingir una indiferencia o una cordialidad que en realidad no estás sintiendo, porque esa es una de las primeras cosas que se notan.

He visto personas salir de tiendas departamentales porque de pronto reconocen a su ex a lo lejos.

En caso más graves, dejar de frecuentar personas y lugares que les gustan solamente porque existe la posibilidad de toparse con su ex pareja.

Sabemos que estas situaciones son incómodas. Siempre lo han sido, y siempre lo serán. Sobre todo si esos reencuentros fortuitos vienen acompañados de la nueva pareja de nuestro ex.

Pero tienes dos opciones, o dejas que la ansiedad te gane, o aprendes a manejarlo de forma asertiva. Y “manejarlo” definitivamente no significa “evitarlo”, así que descartemos esa opción.

A menos que exista una orden de restricción de por medio o que tu ex pareja sea un psicópata que juró prenderte fuego si te veía de nuevo, no debería existir absolutamente ninguna razón por la cual ambos no puedan permanecer en la misma habitación y actuar de manera cordial y civilizada.

Es perfectamente válido que no te mueras de ganas por ver cómo esa persona que significaba tanto para ti parece estársela pasando en grande con alguien más a quince metros de distancia, pero, tampoco es como que algo te haya impedido a ti rehacer tu vida y convertirte de nuevo en una persona funcional.

Además, es darle demasiado poder a la ruptura y a las cosas malas de la relación, cuando podríamos estarnos concentrando en los buenos recuerdos.

Así que, en resumen, es necesario que aceptes que va a ser raro e incómodo, pero únicamente al principio, mientras te adaptas a la situación y comienzas a manejarla con soltura.

Además, también es bueno que te des la oportunidad de acercarte con cautela, pero con las mejores intenciones, para dejarle claro a esa persona que ya no sientes rencor y aperturar el camino a una relación sin hostilidades ni incomodidades innecesarias.

Puedes toparte con una grata sorpresa al darte cuenta de que tu ex se encuentra en la misma disposición, o con una decepción si su respuesta no es la que esperaba. Pero aún así, no habrá quedado en ti.

Por cierto, algo que nunca está de más aclarar: Si te encuentras a tu ex en una fiesta o reunión social, NO bebas, en serio, NO lo hagas. Justamente ese es el tipo de situaciones que con alcohol de por medio se pueden poner muy mal.

No trates de manipular

Habrá ocasiones en las cuales te sientas un poco tentado a tratar de sacar algún tipo de ventaja psicológica sobre tu ex. Especialmente sí esa persona fue la que terminó contigo.

Es algo perfectamente natural porque somos seres humanos y tenemos una propensión natural a la venganza. Así que no te sientas mal por eso, pero tampoco te dejes llevar por fantasías.

La farándula y la música pop están repletas de estas expresiones revanchistas que van del tono” estoy mucho mejor sin ti”.

Hay personas que, bajo la misma línea de no ser capaces de comprender y dejar ir, lejos de evitar a su ex pareja, se aparecen “casualmente” en lugares en donde saben que estará y tratan de fingir  que nunca han estado mejor, en un intento de hacer sentir mal a la otra parte.

Y bueno, a menos que tengas muy pocas cosas interesantes que hacer y que seas un maestro del engaño, esto no va a funcionar, y probablemente se verá algo patético.

Es bastante obvio cuando te pones a jugar el viejo juego de “ya te superé”, y es bastante vergonzoso.

Todo lo que estás haciendo es gritarle al mundo que en realidad no has superado nada y que en lugar de procesarlo te has dedicado a obsesionarte con la ruptura y en alguna manera de hacer sentir mal a tu ex.

En primer lugar, que seas feliz no tendría por qué molestas a nadie, menos a tu ex, que, en teoría, es una persona que al menos en algún punto te tuvo aprecio. Ya sabemos que las cosas normalmente no funcionan así, pero deberían ¿No?

Después de una ruptura, lo mejor es realizar algunas mejoras personales de manera genuina y por nuestro propio crecimiento, no para demostrarle nada a nadie.

Hacer las cosas en base a lo que nuestro ex piense o no tampoco es lo mejor que podríamos hacer.

Como puedes ver, tanto no poder estar cerca de nuestro ex, como hacer hasta lo imposible por que note nuestra presencia y lo felices que ahora estamos sin él o sin ella.

Son formas diametralmente opuestas de hacer lo mismo: estancarse y no querer soltar los sentimientos negativos. Si quieres seguir siendo amigo de tu ex después de una ruptura, tienes que ser honesto.

Recuerda Por Qué Estuviste Con Esa Persona En Primer Lugar

Independientemente de que honestamente desees mantener una amistad con esa persona, o de que solamente quieras seguir adelante con tu vida, es importante recordar por qué tú y tu ex terminaron juntos, en primer lugar.

Sí, puede que la relación no únicamente esté muerta, sino que no te puedas imaginar que alguna vez estuvo viva, pero eso no significa que no hubo buenos momentos. Más bien que los has olvidado.

Tratar de poner énfasis en recordar con cariño las cosas buenas nos hace menos propensos al rencor y además nos permite ponernos en el lugar de la otra persona para comprender nuestros propios errores.

No es necesario que te vuelvas el mejor amigo o la mejor amiga de todas y cada una de las personas con las cuales estableces una relación amorosa.

Pero en el fondo de ti, sabes perfectamente qué personas quieres en tu vida, independientemente de que las cosas hayan funcionado o no para ustedes dos.

Se requiere mucha madurez para aceptar que aunque el amor se acaba, la amistad no tiene por qué irse, y que ésta es incluso un tipo de amor nada despreciable.

Aprender de las experiencias pasadas y considerarlas como un aprendizaje, en lugar de convertirlas en un lastre, nos abre la puerta para que cada vez nuestras relaciones interpersonales sean un poco mejores.

No olvides dejar tus comentarios y compartir este artículo, para que más personas como tú puedan saber estos consejos y evitar situaciones incómodas con sus ex.

Recursos para Ex:

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Written by Assul García

Psicóloga graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se ha especializado en la divulgación en línea de temas de salud y problemas psicológicos. Linkedin

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