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Cómo mantener una relación ocasional: 7 reglas que tienes que seguir

El compromiso no es para todas las personas. Puede que tengas otras prioridades en la vida, o que no te sientas listo para establecer una relación demasiado seria.

En realidad, esto no tiene nada de malo. ¡No todas las personas somos iguales!

Muchos individuos que no se sienten realmente cómodos con las relaciones tradicionales, se dejan llevar por la presión social de que “así son las cosas” y termina estableciendo noviazgos de los que realmente no están seguros.

También es frecuente que, después de terminar una relación larga, te quieras dar un tiempo sin establecer nada serio, pero no quieras renunciar a las ventajas de la compañía y la intimidad de vez en cuando.

Otros, tienen la capacidad de admitir que las relaciones formales no son lo suyo, y establecen relaciones ocasionales o casuales, incluso con varias personas a la vez, o de manera secuencial y rápida.

Repito: no hay formas “correctas” o “incorrectas” de tener una relación. Siempre y cuando no digas mentiras, no aparentes lo que no es y todo sea consensuado.

Sabemos que lo que te acomoda es lo que está bien. Pero es ingenuo negar que las relaciones ocasionales no conlleven a una serie de dificultades. Incluso, por ser diferentes al común denominador, pueden presentar más problemas.

Las relaciones casuales también implican mantenimiento y esfuerzo, aunque en cantidades y niveles distintos del que implican las relaciones formales y exclusivas. Solo porque no existen lazos de compromiso a largo plazo, no quiere decir que puedas usar a tu antojo o jugar con los sentimientos de la otra persona.

La regla de oro también aplica aquí “nunca le hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti”. Tan simple como eso.

Y hablando de reglas, podemos enlistar algunas de las reglas que siempre debes de tomar en cuenta en una relación casual, para evitar que alguien hiera tus sentimientos, o terminar hiriendo los de alguien más.

¿Qué son las relaciones casuales?

La definición comúnmente aceptada de las relaciones casuales implica que son relaciones sin expectativa de monogamia o compromiso a largo plazo por parte de ninguno de sus integrantes.

Como regla general, las relaciones casuales son sentimentalmente menos intensas, o al menos eso se espera.

Me refiero a que no se fomenta que ninguno de los participantes se enamore del otro, y ambos intentan mantener sus emociones lejos de las expectativas románticas.

Algunas relaciones casuales son estrictamente sexuales, pero otras pueden darse entre personas que están unidas por otro tipo de vínculos. Puede tratarse de excelentes amigos, compañeros de trabajo o incluso ex parejas con las cuales queremos seguir teniendo intimidad.

Es un error pensar que todas las relaciones casuales duran muy poco. Algunas personas se acomodan durante años teniendo relaciones casuales, de las cuales incluso puede derivar una gran amistad y otro tipo de compromisos, aunque no sean románticos.

Las relaciones ocasionales implican un manejo muy distinto de las emociones y de las necesidades individuales.

Básicamente, mientras que en las relaciones tradicionales los sentimientos de ambos son asunto de los dos, en las relaciones ocasionales, cada uno maneja y lidia con su parte sin responsabilizar al otro.

Claro, esto es hablar solo de la teoría ideal, porque en la práctica las relaciones ocasionales pueden ser mucho más difíciles de lo que suenan. Al final, no dejamos de ser seres humanos con deseos, vulnerabilidades y necesidades que pueden ser (y seguramente serán) distintas a las del otro.

Estas son las reglas más importantes de las relaciones ocasionales:

1.- Pon las cartas sobre la mesa

Si quieres tener o estás teniendo una relación ocasional con alguien, asegúrate de que la otra persona está enterada de que no vas en serio.

Para ti puede ser muy evidente, pero debes recordar que la mayoría de las personas aún consideran que las relaciones tradicionales son el único esquema bajo el cual dos personas pueden tener intimidad.

Es muy frecuente que, después del primer encuentro casual, uno de los implicados esté perfectamente convencido de que acaba de iniciar una relación formal solamente por el hecho de que existió algún tipo de intimidad física.

Puede ser un poco incómodo, pero antes de sumergirte en aguas más profundas con alguien, déjale claro que no buscas algo formal y que no hay compromisos ni promesas de por medio.

Recuerda que esto debes hacerlo siempre antes de involucrarte a nivel físico, pues de otro modo la persona puede salir muy herida y sentirse usada.

Muchos no mencionan que son partidarios de las relaciones casuales hasta después de lograr acostarse con el otro, y sobra decir que esto es un acto innoble y en absoluto ético.

Quizá pierdas algunas oportunidades para tener sexo si avisas que quieres un encuentro casual. Pero al menos no perderás la oportunidad de comportarte como un caballero o una dama.

Lee nuestra guía sobre las 15 reglas de las relaciones abiertas para una mejor vida amorosa

2.- Establece las reglas del juego

Todas las relaciones, ya sean serias, ocasionales, abiertas o polígamas son diferentes y tienen sus propios términos, por el simple hecho de que las personas no son iguales, tienen expectativas y necesidades distintas.

Quizá ya sabes que no quieres un compromiso ni una obligación de monogamia. Pero hay muchas cosas que aún puedes negociar.

El hecho de que sea una relación casual no significa que tenga que ser todo bajo tus términos.

Es tan simple como esto: si te interesa una relación ocasional con alguien, significa que esa persona tiene algo que tú quieres. Y, si la otra persona quiere este tipo de relación contigo, es porque tienes algo que le interesa.

Primero, averigua si eso que quieren ambos es compatible. Si solo quieren sexo ¡perfecto! Pero cuidado con la trampa.

Muchas personas comienzan creyendo o haciéndole creer al otro que únicamente quieren sexo, y terminan necesitando afecto y vinculación.

Por eso las relaciones casuales exitosas se dan únicamente entre dos personas que saben lo que quieren, y que están en condiciones de negociar y de cumplir con lo estipulado.

Nunca prometas algo que no puedes cumplir. Nunca exijas algo que sea injusto para la otra persona.

3.- Mantenlo simple

El punto de una relación casual es que se supone que sea divertida y fácil de llevar. Sobra decir que los dramas, los celos y los problemas deben quedar fuera de la dinámica.

Para lograrlo, es importante que entendamos que hay dos cosas que llevan directo a la intensidad: comenzar a necesitar emocionalmente al otro y asumir que tiene responsabilidades de algún tipo con nosotros.

No es como que puedas evitar al 100% comenzar a desarrollar sentimientos que se supone que no deberías en una relación casual. Pero sí puedes mantenerlos a raya si no fomentas en ti mismo la idealización ni las expectativas con la otra persona.

Por cierto, seguramente estás pensando en los muchos casos de personas que comienzan teniendo una relación casual y terminan casándose ¿no? Bueno, déjaselos a la industria de las películas románticas.

Por supuesto que no es imposible que algo así suceda, pero es raro que dos personas que inician con encuentros ocasionales decidan al mismo tiempo que siempre sí quieren formalizar.

Digamos que, en una relación ocasional, la principal amenaza es el romance. Porque normalmente surge es en la cabeza de uno de los dos y puede terminar haciendo las cosas muy incómodas para ambos.

Esto no significa que no la pasen bien, o que no sean amigos y que no se preocupen el uno por el otro. Pero dejan fuera las expectativas románticas y las obligaciones que normalmente asumen en un noviazgo.

Pon atención en los detalles que tienes con la otra persona y procura mantenerlos alejados de aquellos que normalmente se vinculan con el enamoramiento.

¿Quieres tener un gesto de amabilidad que no se interprete como romance? pon su estación favorita en el auto. Interésate por su vida y sé un buen escucha.

No necesitas regalar flores, ni llamar a altas horas de la madrugada, ni prender velas. También evita mantener el registro o celebrar “fechas”. “Llevamos dos meses saliendo” no es un buen tema de conversación.

No es que las conversaciones tengan que ser superfluas y banales. Puedes entrar en una profundísima discusión filosófica con el otro o interesarte por su vida o su trabajo.

Pueden incluso hablar de cómo se sienten con otros aspectos de su vida. Pueden, cuando es necesario, hablar sobre cómo se sienten el uno respecto al otro. Pero cuando esto último se convierte en un tema recurrente, quizá deban aceptar que uno de los dos o ambos no está tan a gusto con una relación casual.

El límite de la apertura emocional con alguien con quien tienes una relación casual no debería sobrepasar jamás la que experimentas con un amigo.

Por último, cuando comienzas a notar que la otra persona está desarrollando sentimientos románticos hacia ti, aunque no te lo diga, es tu responsabilidad ponerle un alto a la relación para evitar que salga lastimada.

Procura no ser egoísta y no permitir que alguien se enamore solo porque quieres mantener los beneficios.

4.- Evita los “momentos importantes”

Con esto nos referimos a esos momentos que tradicionalmente conforman los hitos importantes de las relaciones formales. Por ejemplo, presentarle a tus amigos o conocer a los de la otra persona, podría malinterpretarse como una señal de que hay algo más.

A veces hay relaciones casuales que se prestan a integrarse al círculo de amistad, pero son muy raras. En cuanto a la familia, lo mejor es dejarla completamente lejos de la relación casual.

Normalmente, presentamos ante nuestros padres, hermanos o familiares exclusivamente parejas formales. Aunque tengan un acuerdo de «no seriedad», si lo haces estás mandando un mensaje muy contradictorio.

No cruces límites que luego te va a costar trabajo revertir. Así de simple. Integrar a alguien a tu círculo social es una señal de que esperas que la relación dure, y aunque podría pasar, una de las reglas de oro es precisamente dejar las expectativas de lado para evitar salir lastimados o decepcionados.

Otros detalles importantes en las relaciones formales que deben evitarse en las ocasionales son los aniversarios o conteos de tiempo, comenzar a tener un espacio para cosas personales en la casa del otro o viceversa, ir de compras juntos, etc.

Si esto comienza a suceder, pero ambos se sienten cómodos, quizá es buen momento para replantear la relación y asegurarse de que ambos siguen en el mismo canal emocional.

Lee nuestra guía sobre las 20 formas de saber si tu nueva relación es algo serio

5.- No dejes que se vuelva muy frecuente

No hace mucho sentido decir que tienes una relación ocasional cuando la otra persona y tú están saliendo tres o cuatro veces por semana.

Precisamente, el término “ocasional” nos indica que para que una relación pueda caer en esta categoría, los encuentros deben de ser eso, ocasionales.

Precisamente, una de las señales de que una relación se está volviendo más seria, es que comienzan a pasar más tiempo juntos.

Quizá no tengas problema en salir más de dos veces a la semana con la otra persona. Pero recuerda que gran parte del éxito de las relaciones informales es no mandarle señales equivocadas al otro.

Para ti, puede no significar gran cosa que alguien casualmente te acompañe al supermercado o a pasear al perro, pero para la otra parte estas podrían ser sutiles mensajes de que siempre sí podrían pasar a algo serio.

Así que, para evitar malentendidos, procura que en una relación casual los encuentros no sean ni muy frecuentes, ni involucren rituales cotidianos que tienden a compartirse con una pareja.

A veces puede ser muy confuso determinar qué tanto tiempo está “permitido” pasar con alguien que te gusta, pero con quien no te interesa formalizar.

Piénsalo de la siguiente manera ¿cuál es el tiempo promedio que pasas con tus amigos cercanos? Bueno, la frecuencia de citas en una relación ocasional no debería ser mucho más elevada.

Y ¿qué pasa si somos amigos muy cercanos que además tienen privilegios sexuales y que, por cierto, son roomates? ¡Espera un momento! Eso se parece mucho más al matrimonio perfecto que a una relación ocasional…

6.- Establece y respeta los límites

Una de las actitudes más importantes por parte de ambos integrantes para que una relación ocasional funcione, es establecer los límites de la relación, y respetarlos.

Esto es importante para evitar caer en la tentación de manipular al otro o el peligro de dejarse manipular por él.

Además, nos ayuda a no mandar mensajes confusos o erróneos. De hecho, todos los fracasos de las relaciones ocasionales pueden resumirse en: alguien no respetó los límites, y por eso alguno de los dos salió herido (o salió huyendo).

Los límites también nos ayudan a identificar a las personas que aceptaron o propusieron una relación ocasional, pero con intensiones ocultas de algún tipo.

Es súper común que alguien con quien inicias una relación ocasional, termine presionando para tener una relación formal. Y este debe de ser uno de los principales límites a establecer.

Otros límites a considerar son qué tanto pueden indagar en la vida privada del otro, qué tantas muestras de afecto pueden compartir, y qué tipo de actitudes no corresponden con el tipo de relación que ambos acordaron. Pero sobre todo, toma en cuenta el tema de los celos.

Las relaciones ocasionales o informales no se supone que deban ser monógamas. Por regla general, las personas que tienen este tipo de dinámicas están abiertas a establecerlas con varias parejas a la vez.

Si no estás dispuesto a tener una relación ocasional con alguien que a su vez mantiene relaciones con otras personas, es porque este tipo de acuerdos quizá no son para ti.

Siempre debes protegerte a nivel sexual (y emocional) sin excepción alguna, también significa que celar a la otra persona tiene sentido, y va en contra de las reglas.

Si sientes que necesitas ocultarle a una persona con la que se supone que tienes una relación ocasional que estás viendo a otra o a otras, entonces deberías analizar cuál es la razón de que te sientas así.

Quizá es porque no quieres lastimar sus sentimientos. ¡Error! Quizá porque no quieres un ataque de celos ¡Error! Quizá porque no estás muy seguro de que el otro esté claro con que es una relación casual ¡Error!

Cualquiera de las tres opciones anteriores significa que la relación no es igual para los dos, y eso hay que solucionarlo antes de que comience a causar problemas.

Por último, si evitas expresarle tus celos al otro, pero aun así sientes que hierves en aceite cuando te enteras de que sale con alguien más, la realidad es que estás jugando al mártir. ¿Qué necesidad tienes de sufrir? O formalizas o cambias de aires, punto.

Lee nuestra guía sobre cómo no salir dañada de una relación de amigos con derechos

7.- Asegúrate de que la otra persona también quiera una relación abierta

Esto no es tan sencillo. Aunque seas muy claro con respecto a tus intenciones, no debe sorprenderte si con el pasar de los meses:

a) La otra persona comienza a presionarte para establecer una relación formal, porque aceptó una relación abierta para “demostrarte lo maravilloso que podría ser”, pero en realidad siempre estuvo buscando una relación amorosa.

b) Comienzas a pensar que no estaría tan mal establecer una relación más seria, incluso, llegas a enamorarte. Pero la otra persona no tiene intenciones de dejar de verte solo como una pareja ocasional.

c) Ambos están claros con que no quieren o no pueden tener una relación seria, pero cada vez desean pasar más tiempo juntos y comienzan a necesitarse a nivel emocional.

No pienses que no te va a pasar a ti. Por alguna de esas tres razones termina el 90% de las relaciones ocasionales.

Puedes tratar de evitar al máximo la opción “a”. Esto lo logras relacionándote con personas independientes, maduras y cuyo estilo de vida y personalidad no diga a gritos que están buscando un noviazgo.

La opción “b” apesta bastante. Lo mejor que puedes hacer si te estás enamorando, es dar un paso atrás con dignidad y lo antes posible, antes de que tu corazón salga demasiado herido.

La opción “c” es un panorama extremadamente complicado. Muchas personas sienten que quieren estar juntas, pero circunstancias ajenas o decisiones de vida, como centrarse en su carrera profesional, les impiden establecer relaciones formales.

¿Qué hacer en estos casos? Suena triste, pero lo mejor es no continuar con la relación ocasional, pues de hacerlo, se arriesgan a tener problemas que los alejen incluso como amigos.

 

Dicen que no hay reglas escritas en el amor, y hasta cierto punto, es cierto. Lo que sí es una realidad es que no tiene sentido sufrir más de la cuenta ¿verdad?

Todo lo anterior no es un manual estricto e inflexible. Precisamente lo agradable de las relaciones informales es que son bastante flexibles. Pero sí es una buena forma de que evites lastimar a alguien, o salir lastimado.

Recuerda que la madurez y la comunicación contigo mismo y entre los dos, es la clave principal para que cualquier relación los haga aprender y crecer, aunque sea ocasional.

 

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Written by Assul García

Psicóloga graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se ha especializado en la divulgación en línea de temas de salud y problemas psicológicos. Linkedin

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