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Como ser más extrovertido: lo que no te quieren decir

Es fácil detectar a un niño introvertido. Normalmente pasan su tiempo leyendo, jugando videojuegos, o con algún otro pasatiempo solitario.

A veces les gusta salir al exterior a explorar o a andar en bicicleta. También suelen tener tendencias como el gusto por las ciencias naturales, o el arte.

Pero generalmente todas estas actividades las hacen solos, o en compañía de muy pocas personas  a las que conocen muy bien. Los niños introvertidos no se sienten muy cómodos en compañía de extraños y lo demuestran siendo muy pasivos en esas circunstancias.

El problema al que se enfrentan los niños introvertidos no es tanto la introversión en sí misma, pues llegado cierto punto, manejan bastante bien el arte de escabullirse de las situaciones que les incomodan, ya sea física o emocionalmente.

Centrándose en su mundo interior. El problema es la presión social a la que se ven sometidos, ya que todo el mundo intenta que sean más extrovertidos y eso les causa bastante malestar.

Este tipo de niños muchas veces alcanzan la pubertad y la adolescencia y gradualmente se van volviendo más desenvueltos. En otros casos, los menos,  la situación se agrava y la persona se vuelve todavía más introvertida.

De cualquier forma, el común denominador del niño introvertido es que se convertirá en una persona más sociable pero sin llegar a ser extrovertido.

Estas personas normalmente son ciudadanos muy responsables, excelentes empleados que hacen su trabajo con mucha responsabilizad, buenos amigos y siempre están dispuestos a ayudar.

Por otra parte, no son los compañeros perfectos para la fiesta o la tertulia pues se hartan con rapidez de las situaciones que involucren demasiadas personas, demasiado ruido y demasiadas exigencias sociales.

El introvertido funcional puede soportar la mayoría de las situaciones sociales e incluso desenvolverse bien en ellas, aunque sin destacar. Pero sin duda preferiría quedarse en casa leyendo un libro o cuidando su jardín.

Esta capacidad de estar con uno mismo y sentirse a gusto, aunque es una virtud muy hermosa, muchas veces es interpretada erróneamente por el resto de las personas.

El introvertido puede ser tildado de aburrido, arrogante o antisocial, ya que a veces los demás entienden sus conductas como un intento de alejarse de ellos porque no le caen bien o se siente superior.

Pero generalmente el introvertido es amable en sus actos y sus pensamientos y lo último que le importa es juzgar a los demás. Él solo quiere pasar tiempo valioso consigo mismo, cultivando sus intereses en calma.

No es que una persona introvertida tenga la misión en la vida de volverse extrovertida. En realidad, ninguna de las dos cosas es buena o mala. El problema aparece cuando nuestros rasgos introvertidos nos generan conflicto en cualquier situación de la vida cotidiana.

En estos casos, podemos entrenarnos en algunas habilidades sociales propias de los extrovertidos. No con la finalidad de imitarlos, si no de equilibrar un poco el panorama de nuestra propia personalidad,  y no buscando la aprobación de los demás, sino la propia.

¿Cómo equilibrar la introversión con rasgos extrovertidos?

Sé que quizás parezca imposible, pero créeme que no es así. Solo presta mucha atención en lo que aquí te diremos y veras que es más sencillo de lo que parece.

1.- La extroversión no lo es todo

Pasar tiempo solo y con las personas que son verdaderamente allegadas a ti es igual de importante que la capacidad de socializar y conocer gente nueva. Si eres muy introvertido, tal vez sientas que estás cometiendo algún error y que ser así es una desventaja.

Pero no. Sólo es una forma de ser como cualquier otra. Los introvertidos se hacen más visibles por sus actitudes y tienen ciertas ventajas sociales, pero también tienen un número similar de desventajas.

Tienden a ser menos reflexivos que los introvertidos, que, por el contrario, analizan muy bien las situaciones antes de actuar, escuchan con atención y empatizan con mucha más facilidad.

Además, los introvertidos tienden a tener más tiempo para dedicarlo a pasatiempos que cultivan mucho su ser, como la lectura, la escritura o el dibujo.

2.- Identifica qué habilidades sociales necesitas

Hay una razón por la cual las habilidades sociales se llaman así y no “dones sociales” o “genética social”, y es que, como cualquier habilidad, puede aprenderse y perfeccionarse.

Por ejemplo, los oradores y conferencistas famosos, no nacieron sabiendo cómo cautivar a un público exigente, y de hecho, muchos fueron niños introvertidos.

No es necesario que corras detrás de una personalidad extrovertida, cuando tal vez lo único que necesitas es identificar la o las habilidades que más necesitas desarrollar en tu desenvolvimiento social y trabajar en ellas.

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3.- ¿Quieres ser como las personas extrovertidas?

 

Si muchas veces te sientes incómodo cuando estás rodeado de personas extrovertidas, e incluso éstas llegan a molestarte un poco con sus actitudes, ¿por qué querrías ser uno de ellos? Quizá por que parecen  pasarla mejor y estar más a gusto.

Pero esto no siempre es verdad. Los extrovertidos gastan mucho tiempo aparentando que están divirtiéndose mucho, así como un introvertido no tienen un particular interés por gritar a los cuatro vientos cuando se la está pasando bien.

Así como los extrovertidos piensan que los introvertidos son aburridos, los introvertidos piensan que los extrovertidos se divierten más. Y ambos tienden a estar en un error.

4.- No tienes porque socializar con las personas que no te gustan

¿Por qué tendrías la necesidad de pasar más tiempo con personas que en realidad no te gustan? Si volverse extrovertido significa pasar más tiempo con personas que has evitado toda tu vida, quizá no sea la decisión más auténtica.

Cualquier cosa que hagas, cualquier cambio que quieras implementar, que sea para mejorar por y para ti mismo, no para entrar en ningún estereotipo que te quieran vender otras personas.

Tú eres la única persona que decide a dónde quiere pertenecer, y no hay decisiones malas o buenas, sólo honestas.

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5.- No te dejes engañar por la “socialización” en redes sociales.

 

Tener un montón de amigos en Facebook, seguidores en Instagram y en Twitter, a su vez estar inscrito en un montón de comunidades digitales puede ser muy gratificante, pero no equivale de ninguna manera al contacto humano cara a cara.

Muchas personas pasan por “extrovertidas” por que invierten mucho tiempo y energía generando una imagen en redes sociales que haga que los demás piensen que todo el tiempo están rodeados de amigos y en la fiesta.

Pero ya sabes lo que dicen: “dime de qué presumes, y te diré de qué careces”. Algunas personas introvertidas pueden sentirse mucho más aisladas de lo que en realidad están luego de una rápida revisión al muro de su Facebook.

Porque ven cómo todo el mundo parece estar teniendo una agenda social intensa. Pero si te pones a pensarlo, un introvertido también podría hacer que su vida se viera en redes sociales mucho más social de lo que en realidad es con un poco de ingenio.

Así que no, no todas las personas a tu alrededor están teniendo aventuras al por mayor. Solo intentan que así parezca. Si no eres así, felicidades, significa que no estás desesperado por aprobación social.

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Sugerencias para desarrollar habilidades sociales extrovertidas

Aquí hay algunas sugerencias adicionales para que complementes tu personalidad con algunas habilidades de corte extrovertido:

A) Piensa cómo te gustaría sentirte en las situaciones sociales

Antes de que intentes copiarle las actitudes a cualquier persona extrovertida, primero piensa exactamente qué es lo que te gustaría cambiar, y cómo te gustaría sentirte en las situaciones que normalmente te generan incomodidad.

En base a ello, has los cambios que consideres adecuados, y verás que por lo general se trata de ajustes mínimos. No es necesario que cedas a la presión social, a veces, la respuesta no es ser más extrovertido, sino lograr que te importe menos la opinión de los demás.

Suena un poco cruel, pero así es.  Si tus compañeros del trabajo tratan de arrastrarte cada viernes a un bar, y tú prefieres pasar la tarde cocinando, o pintando, o tocando el piano, ¿cuál actividad crees que sea mejor para ti? A veces un “no” a los demás es un “sí” a ti mismo.

B) Piensa en las relaciones en términos de lo que puedes dar, no de lo que esperas recibir

Si buscas construir nuevos tipos de relaciones basadas en dar y recibir mutuamente, no tendrás escasez de amigos. Quizá no te sobren, pero tendrás los necesarios.

Identifica a las personas con las que realmente te gustaría construir una amistad porque te parecen valiosas y tienen cosas en común. Aunque también sean personas introvertidas, descubrirán que a la larga pueden formar amistades muy desenvueltas en las que ambos se sientan cómodos y seguros.

Gran parte del truco es elegir a las amistades adecuadas y no basarnos en el estatus social de una persona para decidir si la queremos o no en nuestro circulo. Una ventaja de las personas introvertidas es su capacidad para fijarse en la verdadera esencia de las personas, en lugar de lo que proyectan.

C) Encuentra el ambiente social adecuado para ti

Si tu pasión en la vida es la pintura, probablemente no conozcas a los que van a ser tus grandes amigos en una discoteca o en un bar, pero quizá tengas muchas más oportunidades de hacerlo si te apuntas a una clase de dibujo a un club de pintura al aire libre.

Si el ambiente en el que normalmente te mueves no te permite hacer muchos amigos, quizá el problema sea justamente el ambiente, y no tú.

Algunas personas introvertidas entre otras que encuentran muy superficiales, pueden volverse el alma de la fiesta cuando se ven rodeadas de personas con las cuales se sienten a gusto.

D) Usa tus fortalezas a tu favor

Curiosamente, muchas personas introvertidas no tienen muchos problemas cuando se trata de socializar en línea.  En el ambiente virtual, pueden jugar desde su zona de seguridad y utilizar sus fortalezas a su favor sin que un incómodo sudor de manos o tic en el ojo los traicione.

Pero si no llevamos estas habilidades al plano de lo real, podemos quedar atrapados en nuestra zona de confort y dejar de lado la importancia del factor humano.

Si una persona introvertida con un gran gusto por la cocina utiliza las redes para socializar con una mujer que está loca por las motocicletas, y se inventa un pasado a la Harley Davidson.

Es muy difícil que se atreva a dar el paso final para que se conozcan y el asunto terminará en decepción para ambos.

Pero si entra a un foro de amantes de la cocina y se sincera con otra persona con gustos similares, hay muchas más posibilidades de que se conozcan y se sientan bien el uno con el otro como para comenzar a construir una amistad, o algo más.

E) Únete a una causa altruista

Si eres un lector asiduo de esta web, ya te habrás dado cuenta de que este es un consejo que aparece en varios artículos con enfoques muy distintos.

Y no, no es que nos guste repetir, sino que dedicar tiempo y esfuerzo a ayudar a los demás ayuda a las personas a crecer y mejorar en prácticamente todos los aspectos de su vida.

Cuando la motivación viene desde una persona que necesita ayuda, nos volvemos mucho más valientes y juiciosos y es más fácil superar nuestros miedos. No tienes absolutamente nada que perder, y sí mucho que ganar. Además, conocerás personas maravillosas en el camino.

F) Desarrolla tus habilidades sociales de manera consciente

Así como cuando aprendes un idioma nuevo lo practicas de manera consciente y fijándote en cada palabra y en cómo utilizas el vocabulario y los verbos, igual sucede con las habilidades sociales.

Estas no brotan de la nada, sino que son el resultado de un largo proceso de práctica, prueba y error. Así que no te sientas frustrado si las primera veces las cosas no te salen a la perfección.

Quizá odies hablar en público. Pero debes atreverte a hacerlo para aprender. Y sí, es probable que la principio te trabes y te dé pánico escénico, pero es normal y con el tiempo te darás cuenta de que no se acaba el mundo.

Si de verdad estás convencido de que hay alguna habilidad social que necesitas,  hazlo sin miedo y consciente de que vas a equivocarte las primeras veces, y al mismo tiempo de que no pasa nada.

 

No olvides compartir en tus redes sociales este artículo, para que otras personas como tú se enteren de estos increíbles consejos.

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Written by Assul García

Psicóloga graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se ha especializado en la divulgación en línea de temas de salud y problemas psicológicos. Linkedin

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